Mi pequeño palacio de papel

Hay una canción de – ¡adivinaste! – Nacho Vegas llamada Canción De Palacio y dice “La mujer del tiempo anuncia un huracán, pero no me iré, resistiré, en mi palacio de papel”, y habla de cómo Nacho soportara sus tormentas internas, no se dejara vencer, aunque prácticamente este desnudo en medio de la guerra, rendirse no es una opción…

Hoy, en una clase de la Normal, cada alumno debía mencionar una cualidad nuestra que consideremos apropiada y podamos ponerla al servicio de los demás.

Creo que hice mal el ejercicio, pero ahora pienso que fui correcto.

La cualidad que yo pensé y ofrecí fue la perseverancia.

NO me rindo, no tiro la toalla.

A pesar del dolor o del cansancio, no desistiré, resistiré.

Cuando ya no puedo correr más en la pista, siempre saco un extra.

Y ese extra es lo que me ase sentir EXTRAORDINARIO.

No importa lo que suceda, se que superare el obstáculo, no me rendiré…

Soy perseverante, y si hay que esperar, esperare, si hay que soportar, soportare, si hay que callar, callare, pero no abandonare.

Tal vez esta cualidad no pueda ser ofrecida, o eso es lo que pensé yo.

Pero ahorita, después de meditarlo, creo que si puedo ofrecerla.

Cuando un amigo tiene un problema y busca mi apoyo, se lo doy, como todo buen amigo.

Hay ocasiones que mis amigos quieren la solución, y se la damos, le damos consejos, incluso le decimos exactamente que tiene que hacer, pero no lo hacen.

Pareciera que no quieren solucionar el problema realmente, les gusta la chingadera pues.

Y es así como muchas personas se agotan de dar ese apoyo, incluso yo.

Pero de todos modos, ahí estoy, aportando lo que puedo, escuchando la misma tragedia una y otra vez, repitiendo la misma cosa que todos repetimos ya innumerables ocasiones, ofreciendo un poco de apoyo extra…

Y al final… y al final algunos lo agradecen.

¡Dios Bendiga la Gratitud Humana!